La iglesia de las Bernardas
-de enorme austeridad, tal y como predicaba Bernardo de Claravall, fundador de la reforma Cisterciense-
se sitúa en uno de los espacios emblemáticos de la ciudad de Almagro, la plaza de Santo Domingo. En ella se ubican algunos de los edificios de mayor interés del conjunto histórico de Almagro.

Se trata de una infraestructura que comprendía originalmente un importante complejo arquitectónico formado por la iglesia, dependencias conventuales y zona de servicios y huertos.

El proceso desamortizador iniciado en el siglo XIX provocó la paulatina división de las dependencias de este monumento, cuya definición actual ha generado que cada una de estas partes tenga un propietario diferente. 

En este caso, la iglesia pertenece a la familia Vargas, con quien el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro el Festival de Almagro ha trabajado en la recuperación del espacio -involucrando así también a los almagreños en este proceso de recuperación de importantes espacios teatrales-, para lo que firmó con ellos un convenio de recuperación y uso.

«Desde el año 2005, la iglesia de las Bernardas se convirtió en espacio escénico del Festival de Almagro, con una intensa programación basada en conciertos y representaciones teatrales. Además desde el año 2006, se inició un proceso de rehabilitación de este espacio, por parte del Festival de Almagro y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. «

Desde 2018 se convirtió en el nuevo Espacio Escénico Iglesia de las Bernardas, sede de la Fundación Teatro Corral de Comedias de Almagro.


Actualmente este edificio constituye un importante ejemplo del patrimonio Histórico-artístico de Europa, por lo que tiene la máxima protección patrimonial, por un lado al pertenecer al Conjunto Histórico-Artístico de Almagro desde 1972, y por otro lado, al pertenecer al catálogo de bienes patrimoniales de Castilla-la Mancha


Este monasterio de monjas de la Orden de San Bernardo fue fundado por doña Mariana de Oviedo y su hermano Alonso, según disposición testamentaria de 1628 y con licencia otorgada por Felipe IV y por el cardenal Infante, como arzobispo de Toledo. Se finalizó  la construcción de la iglesiay el monasterio en 1658.
Del conjunto sólo se conserva la iglesia de sencillas líneas al exterior, en la que destaca la portada adintelada rematada por pirámides con bolas y tosco relieve con la figura de San Bernardo. Encima de la portada, sobre el tejado, se edificó un altillo con celosías para que las monjas tuvieran un cierto contacto con el exterior en las celebraciones religiosas de la calle, como las procesiones.
Este convento fue desmantelado a raíz del proceso desamortizador que se inicia en 1837 con Mendizábal, lo que supone que en la actualidad tan sólo se conserve la iglesiay otra serie de edificios que formaban parte del complejo conventual y que ahora son totalmente independientes.